En nombre de las entidades organizadoras, dieron la bienvenida a los asistentes el decano de la facultad de Comunicación de la URL, Josep Lluís Micó, el secretario general del CIC, Josep Rovirosa, y la vicedecana del Colegio de Periodistas (CPC), Núria de José. Micó se mostró satisfecho por acoger el acto, porque “la reflexión sobre la ética está en el centro en todos los estudios de nuestra universidad”. Rovirosa animó a los estudiantes a hacer suyo el debate para poder sentirse también suyo el Código deontológico y adaptarlo en el futuro, si es necesario, a las nuevas necesidades del periodismo. De José hizo hincapié en los documentos que el Colegio elabora periódicamente sobre el tratamiento periodístico de los temas de actualidad y puso en valor el vínculo que el Colegio y el CIC han establecido con las universidades del país.
A continuación, y como moderadora de la mesa redonda central del acto, la directora del grado en Periodismo de la URL, Patrícia Coll, presentó a los ponentes, las periodistas Carla Turró, Sara Muñoz y Marta Arrufat y el psicólogo Roger Ballescà .
Turró hizo hincapié en que, ante las informaciones donde se debe hablar del dolor de las personas, la periodista debe tener sensibilidad y empatizar con la gente que sufre, entender y explicar el contexto de la información y, sobre todo, no deshumanizar las víctimas del sufrimiento. “Los periodistas -explicó- debemos aprender a ser fuertes ante las situaciones de dolor”, porque sólo así podremos explicarlos.
Sara Muñoz, en tono de autocrítica, se preguntó si los periodistas, ahora mismo, estamos fiscalizando suficientemente las promesas de que se necesitarían más recursos para salud, y en especial, para la salud mental, hechas por las administraciones durante la pandemia. Y en cuanto al tratamiento de las informaciones sobre personas con enfermedades, dijo que es necesario que el periodista sea empático pero también muy crítico y que contraste muy bien lo que publica.
Marta Arrufat coincidió en las aportaciones de las periodistas que la precedieron y hizo hincapié en la pregunta que hay que hacerse al informar sobre temas de salud: ¿qué aporta esta noticia a la sociedad?, ¿para qué le sirve ? Y lo resumió diciendo que las noticias no deben ser útiles para los protagonistas, sino para la sociedad.
Las tres periodistas estuvieron de acuerdo en que hay que vigilar mucho al no estigmatizar ni las enfermedades mentales ni quién las padece y, en lo que se refiere al tratamiento del suicidio, también coincidieron en que hay que hablar de ello como hecho social y como causa principal de la muerte en adolescentes. Roger Ballescà, como psicólogo experto, reconoció que este hecho no puede silenciarse y que hay que hablar del suicidio, pero no de suicidios.
Per explicar las particularidades de las enfermedades mentales, Ballescà las calificó de intangibles (no hay un órgano del cuerpo afectado), de visualizables sólo a través de la relación con los demás, de estigmatizadoras (incluso más que las enfermedades infecciosas) y que producen sensación de vergüenza, culpa y sentimientos invalidantes a quien las padece. Por eso, aconsejó a los periodistas que sean rigurosos en las informaciones sobre estos temas, que tengan mucho cuidado a la hora de titular y de mostrar imágenes, que den sólo los datos relevantes de los hechos noticiables y que tengan muy presente que no se pueden asignar comportamientos patológicos a grupos o colectivos por temas de salud mental. Para demostrar hasta qué punto los problemas derivados de la salud mental estigmatizan a personas y colectivos puso el siguiente ejemplo: La superación de cualquier patología puede ser motivo de orgullo personal y de reconocimiento por parte de los demás en nuestra sociedad; y, en cambio, cuando conocemos a alguien que ha sufrido un problema de salud mental, aunque lo haya superado, todos nos ponemos en guardia.
Acabadas las intervenciones, hubo un animado debate en el que participaron estudiantes y, sobre todo, los representantes de las diferentes entidades invitadas en la fila cero: Metges de Catalunya, Salut Mental Catalunya i l’Associació Catalana per la Prevenció del Suïcidi.
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Bajo el título “La brecha de género: la igualdad un derecho lejos de la realidad” cinco periodistas debatieron sobre las experiencias y su punto de vista sobre el tema. El debate concluyó con las aportaciones de una fila cero formada por académicos y representantes de entidades sindicales y profesionales, que trabajan por la igualdad de género en el periodismo. Estudiantes de periodismo de la facultad llenaron el Aula Magna donde se celebró el acto.
El decano de la facultad de Letras, Antoni Nomdedeu, dio la bienvenida a los asistentes, deseando que “la igualdad no sea sólo un derecho sino una realidad”. El presidente del CIC, Josep Carles Rius, puso de manifiesto que ahora hay muchas más mujeres que antes en la profesión, pero que “las estructuras sociales y el machismo latente obligan a las periodistas a hacer muchas más renuncias que a los periodistas ”. Por último, en el turno inaugural, el presidente del Colegio de Periodistas en la demarcación de Tarragona, Esteve Giralt, remarcó que “para conseguir una sociedad más justa e igualitaria tiene que haber mujeres ocupando cargos donde se toman las decisiones” y aseguró que el Colegio lucha por esa igualdad.
El punto central de la jornada fue el debate entre las periodistas Sara González, Núria Pérez, Sara Sans, Núria Piera y Agnès Llorens. Moderó la mesa la responsable de enseñanzas del grado en Periodismo, Cilia Willem, que empezó centrando el debate entre la discriminación horizontal (a las mujeres periodistas se les asignan temas y secciones informativas “light”, mientras que a los hombres escriben política, economía y deportes) y la discriminación vertical (referida a la dificultad para ocupar cargos de responsabilidad).
Sara González, que intervino telemáticamente, puso sobre la mesa que, en el caso de las periodistas, la brecha de género se manifiesta en las condiciones laborales y también en el acoso en las redes. “Más de un 60% de las periodistas -dijo- reciben algún tipo de estos acoso; y un 20% acaba traduciéndose en acoso en la calle”. Y pidió ser exigentes para combatir esta situación, “porque el acoso y el discurso del odio atentan directamente contra la libertad de prensa. Buscan la autocensura y el silencio de las periodistas”.
A su vez, Núria Pérez, como directora del Diari de Tarragona, explicó que se ha hecho un plan de igualdad en la redacción y que es bueno que las administraciones se impliquen al crear normativa en este sentido, porque favorece el camino hacia la igualdad y hace más fácil la contratación. Pero esto no es suficiente, dijo, ya que buena parte de la sociedad todavía está estancada en los modelos patriarcales o machistas. Y recordó el caso suyo y de muchas mujeres periodistas que necesitan demostrar más y mejor su valía cuando han tenido que entrevistar a hombres con cargos de responsabilidad. Finalmente, se mostró contrariada por el número de veces que le han preguntado “cómo te lo hace para conciliar la vida profesional y familiar desde la dirección del Diario”, algo que nunca le han preguntado a un director hombre.
Sara Sans quiso aportar un punto de vista positivo y remarcó los avances que ha visto en los últimos años, desde la aparición del #metoo. “Este movimiento -dijo- significó un punto de inflexión y ha hecho tomar conciencia a mucha gente, también a muchos hombres, y esto se nota en ciertas ocasiones en la redacción”. Pero si éste es el vaso medio lleno, la parte vacía son las estructuras de poder que ve reacios a todo lo nuevo y por tanto, “las mujeres todavía estamos obligadas a llevar la bandera del cambio”.
El punto de vista de la prensa local y comarcal lo aportó Nuria Piera. Como periodista y empresaria explicó que en los medios de proximidad hay muchas periodistas en cargos de dirección informativa, pero casi siempre hay un hombre por encima, ya sea como gerente o como directivo empresarial. Constató que en su ámbito existe mucha flexibilidad laboral, pero que sólo son las mujeres las que aprovechan esta circunstancia para una mejor conciliación. Y finalmente, ante la incorporación de mujeres periodistas a las secciones de deportes de los grandes medios, Piera explicó que este avance es mucho más lento en la prensa comarcal porque a nivel local hay todavía mucha reticencia a pensar “que una mujer te pueda contar un partido de fútbol”.
Agnès Llorens aportó la visión de la periodista freelance, figura en la que recae una doble discriminación: La primera es la de cualquier periodista a tanto la pieza, que “se ve obligado a tomar más trabajo del que puede asumir para llegar a final de mes”; la segunda -dijo- es la de ser mujer. Remarcó el hecho de que en muchas entrevistas laborales todavía se pregunta a las mujeres por sus expectativas familiares y se mostró sorprendida por un dato que puso sobre la mesa: “En ninguna institución de Tarragona y una mujer ocupando el puesto de cabeza de prensa”.
Acabado el debate, la moderadora dio paso a los representantes de la fila cero que aportaron los puntos de vista de las entidades que representaban. Eran Joana Gallego, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona y consejera del CIC; Víctor Merino, comisionado de Igualdad, Diversidad y Bienestar de la URV; Elena Tarifa, representación de la Federación de Sindicatos de Periodistas; Verónica Israel, de la Universidad Ramon Llull, y Laia Serra, en representación del Sindicato de Periodistas de Cataluña.
]]>Os recordamos que el CIC permanecerá cerrado del 27 de diciembre al día 8 de enero y que puede contactar con nosotros a través de correo electrónico a cic@periodistes.cat.
]]>El ciclo “Els Reptes Ètics de Periodisme”, organitzaor el Col·legi de Periodistes de Catalunya y el Consell de la Informació de Catalunya (CIC) ha celebrado este lunes 12 de diciembre su sesión de clausura. Esta iniciativa ha contado con seis jornadas donde se ha reflexionado sobre la responsabilidad social del periodismo coincidiendo con el treinta aniversario de la proclamación del Código Deontológico de los Periodistas de Catalunya i los 25 años de la creación del CIC.
La sesión, que se puede recuperar en este enlace, ha tenido lugar en la sala de actos del Col·legi de Periodistes como el que lo inauguró, el 22 de septiembre. Lo han introducido el decano del Col·legi, Joan Maria Morros, i el presidente del CIC, Josep Carles Rius.
El decano ha insistido en la idea de que hace falta más periodismo que nunca y ha reclamado más recursos a las administraciones públicas para hacerlo posible. Ha anunciado también que el Col.legi trabaja para hacer posible un nuevo congreso de periodistas, antes de 2025, para reflexionar sobre una posible revisión del Código deontológico. Y ha citado como puntos para esta reflexión la afectación del uso de la Intel·ligència Artificial a les redaccions o el silencio que el periodismo ha mantenido siempre delante del suicidio.
Rius ha hecho balance de las primeras cinco jornadas del ciclo, que han tratado de la necesidad de hacer frente a los discursos del odi, de la independencia profesional y de la libertad del periodista, de la precariedad laboral, del respeto a la dignidad de las personas y de la lucha contra la brecha de género.
Ha destacado el papel de las universidades que han participado en esta iniciativa -Autònoma de Barcelona, Pompeu Fabra, Ramon Llull y Rovira i Virgili- y la función que ha tenido como “reflexión colectiva” y “diálogo entre generaciones: las que están trabajando, las que se preparan para hacerlo y las que más han hecho por el prestigio de la profesión”.
Precisamente, el acto de clausura de “Los retos éticos del periodismo” ha querido rendir homenaje a los periodistas que plantaron cara a la dictadura, ejerciendo de maestros de las generaciones que han venido después, y que lideraron el proceso hacia el Código Deontológico. Rius, que ha calificado este ciclo de “reivindicativo” en un momento de amenazas y fragilidad de derechos que creíamos consolidados, ha terminado su intervención afirmando que el oficio necesita el Código y referentes éticos como los de los periodistas que lo aprobaron. “Su compromiso sigue bien vivo”, ha dicho.
En el transcurso del acto se proyectó un resumen de las cinco jornadas precedentes y el documental “L’origen del Codi”, un reportaje inédito producido por el CIC. El primer documento recoge las reflexiones más destacadas de los más de 20 periodistas y académicos que han intervenido en las diferentes mesas redondas del ciclo “Los retos éticos del Periodismo”. El segundo es un reportaje inédito donde se explica, en boca de los propios periodistas que fueron protagonistas, porqué y cómo nació el Código deontológico. Es, a su vez, un homenaje a la generación que a la salida de la dictadura se comprometió con la ética periodística y un documento que quiere preservar su memoria.
La vicedecana del Colegio, Núria de José, ha introducido la mesa redonda “El Código Deontológico, más necesario que nunca”, en la que han participado Salvador Alsius, Lucía Oliva y Roger Jiménez. Alsius, que ha sido decano del Colegio y que fue uno de los redactores del Código, ha destacado que había que conjurarse contra la nostalgia y el corporativismo y ha apuntado como nuevo reto el encaje en la profesión de la inteligencia. licencia artificial. El Colegio de Periodistas de Catalunya fue pionero en la redacción del Código Deontológico hace 30 años y, según Alsius, vuelve a serlo ahora en la atención que presta al impacto de la inteligencia artificial en el periodismo. “No es un peligro para la profesión pero sí que hay que velar por evitar las trampas que nos puede poner”, ha advertido.
Roger Jiménez, que fue presidente del CIC, ha afirmado que “la ética es una y no se desdobla y el Código debe ser válido para todos los medios de comunicación”. Ha puesto sobre la mesa algunos de los comportamientos que cree que hay que combatir como la estrategia del clickbait, que ha calificado de “apariencia de periodismo”, el uso de un lenguaje violento o banal que contraviene los libros de estilo de los medios , el catastrofismo informativo o la connivencia entre políticos y periodistas que considera “peligrosa por la democracia”.
Llúcia Oliva, que también presidió el CIC, ha dicho que estaba convencida de que tanto este Consell como el Código Deontológico “han sido el resultado de un esfuerzo colectivo que ha pasado de generación en generación”. Hizo hincapié en la función de los medios y de los periodistas a la hora de informar de conflictos bélicos como el de Ucrania. “Pueden contribuir a inflamarlos o a resolverlos”, ha dicho y se ha sumado a la queja de las asociaciones pacifistas que reconocen el buen trabajo de los periodistas informando del día a día de la guerra en Ucrania pero lamentan que no se explique suficientemente el contexto, las causas y los esfuerzos de quienes apuestan por la negociación y el pacifismo. Oliva ha pedido al Colegio y al CIC que se esfuercen en promover el apartado del Código Deontológico que reclama este esfuerzo de contextualización de los conflictos.
En el turno de intervenciones de los asistentes, Ramon Espuny, del Sindicato de Periodistas de Cataluña, ha pedido que las normas del Código Deontológico sean vinculantes y que su vulneración sea sancionada con mayor firmeza que las reprimendas morales actuales; Marc Carrillo, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra, ha lamentado que responsables de medios públicos hayan afirmado que deben responder al criterio de la mayoría, lo que él considera que “va directamente en contra de lo que defendemos aquí”, y Joan Maria Clavaguera, profesor de la Universidad Ramon Llull-Blanquerna, ha pedido una mayor contundencia en la defensa de las periodistas que sufren acoso en las redes sociales.
La periodista Sara González había denunciado este acoso en el vídeo que se ha proyectado de resumen de las cinco jornadas previas del ciclo. El documental “El origen del Código”, dirigido por Jordi Rovira, ha reconstruido sus primeros pasos. Moncho González Cabezas, que fue el encargado de redactarlo, aparece diciendo que fue una “obra colectiva”, inspirada en el código deontológico vigente en Reino Unido y que sus 12 puntos dan cuerpo a un redactado” conciso, práctico y consensuado”.
Clara de Cominges, periodista -como su madre, Margarita Rivière, pionera del periodismo feminista- ha cerrado el acto y el ciclo diciendo que “hay que hacer y nos deben dejar hacer Periodismo” y que, con el Código Deontológico en la mano, ” hay muchísimo trabajo que hacer”. “Es necesario que las empresas se lo crean y apliquen. Los medios deben exigir periodismo de verdad. Esperamos que los jóvenes lo salgan adelante”, ha terminado reclamando.
]]>Las funciones de los periodistas en las sociedades democráticas están descritas por los expertos y avaladas por la práctica desde hace más de 200 años. La prensa se encarga de informar a la ciudadanía y contribuye a formar su opinión para que pueda participar en el proceso democrático de cada país. Pero los periodistas también deben vigilar a los poderes y quienes los ejercen, en nombre de los ciudadanos. Y esto significa denunciarlos cuando no actúan correctamente, cuando violan la legalidad o la ética, cuando no son eficientes en su labor pública o cuando, directamente, la hacen mal. Porque los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a saberlo.
Para llevar a cabo las funciones que las democracias occidentales han asignado a la prensa, los periodistas deben buscar la información a través de todas las fuentes posibles y contrastarla para tener la certeza de su veracidad. Y este compromiso democrático llega hasta la divulgación de aquella documentación que los gobiernos u otros poderes consideran secreta, si su relevancia pública hace necesaria su publicación.
El Consell i el Col·legi consideran que la documentación aportada por Assange es valiosa para la opinión pública porque ha descubierto malas prácticas de gobiernos de distintos países, sobre todo de Estados Unidos. Ha permitido conocer crímenes de guerra de Estados Unidos en Irak y Afganistán. Por estos documentos se ha conocido que los gobernantes estadounidenses toleraron casos de torturas de los iraquíes o el error de dar el visto bueno a ataques que acabaron con la vida de gente inocente, periodistas incluidos.
Los documentos de Assange han permitido, también, conocer el espionaje industrial de Estados Unidos o la existencia de cuentas secretas de gobernantes, funcionarios y celebridades de todo el mundo en paraísos fiscales. Todas las informaciones publicadas han sido verídicas y pueden ser comprobadas por los usuarios de WikiLeaks.
A pesar de que CIC y Col.legi no aprueban todos los métodos de proceder de Assange, la decidida oposición a su extradición y juicio se basa en la necesidad de no confundir la línea que separa la información del espionaje, en el que se basa el proceso contra el fundador de WikiLeaks. No tener en cuenta esta línea permitiría que prácticas habituales de los periodistas sean consideradas como delito. En Estados Unidos, la Ley de Espionaje de 1917 nunca se ha utilizado contra periodistas. Si se hiciera ahora contra Assange, sería una grave amenaza para la prensa libre y por el derecho a la información de toda la ciudadanía.
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El Código, asumido por la mayoría de profesionales y editores, es la expresión de la voluntad de defender unos medios de comunicación libres y responsables en el marco de una sociedad plural y democrática. Fue avalado por última vez el 11 de noviembre de 2016 en el marco del VI Congreso de Periodistas de Cataluña y adaptado a la actual realidad que genera Internet.
El Consell de la Informació de Catalunya (CIC), que este año también celebra sus 25 años de existencia, es el encargado de velar por el cumplimiento del Código. Integrado por periodistas y representantes de otros sectores, es un instrumento de autorregulación de la profesión en la actualidad.
Fue cinco años después de la proclamación del Código Deontológico y también en un marco congresual que nació el CIC, constituido formalmente en fecha 12 de marzo de 1997. Después de una primera etapa de experimentación, se convirtió en Fundación privada en noviembre de 1999.
Con motivo de sus cumpleaños, a lo largo del segundo semestre se están organizando una serie de actos conmemorativos, en colaboración con el Colegio de Periodistas de Cataluña y las universidades con estudios de periodismo en Cataluña. La doble conmemoración tendrá como título general ‘LOS RETOS ÉTICOS DEL PERIODISMO’ y analizará en diferentes sesiones las preocupaciones con las que se encuentra el periodismo.
¡Pronto colgaremos el programa de las diferentes sesiones que se harán!
]]>En defensa dels valors ètics de la informació
Consell de la Informació de Catalunya
En este sentido se planteó esta segunda reunión, apostando por el Código Deontológico para afrontar los retos de la nueva era de la comunicación y contribuir así a la calidad democrática.
Josep Carles Rius destacó la implicación de todas las universidades y esto se ve reflejar también en la buena aceptación que han tenido las jornadas que está preparando el Consejo de la Información con motivo de la conmemoración del 25 aniversario del CIC y de los 30 años de aprobación del Código Deontológico. Estas jornadas se llevarán a cabo en distintas universidades a lo largo del segundo semestre del año y en breve se darán a conocer.
Uno de los puntos más destacados fue el acuerdo para que todos los estudiantes hagan un juicio de compromiso personal con la ética de la profesión cuando se gradúen. El contenido de este manifiesto vela para garantizar la salud democrática del país a través de una información veraz, verdadera y contrastada.
La Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ha sido la primera universidad en poner en práctica esta iniciativa con la graduación de los estudiantes de la promoción 2017-2021 de Periodismo.
Por otra parte, se promocionará una relación fluida entre el Colegio de Periodistas, Facultades y el Consejo de la Información de Cataluña (CIC) para defender una enseñanza de carácter ético en la formación de los futuros profesionales.
]]>Esta mañana se ha presentado en la sede del Colegio de Periodistas de Cataluña el estudio elaborado por el Consell de la Informació de Catalunya (CIC) ‘Algoritmos en las redacciones: retos y recomendaciones para dotar a la Inteligencia Artificial (IA) de los valores éticos del periodismo’.
En el acto de presentación han intervenido Patrícia Ventura, autora del estudio, Albert Sabater, director de la Cátedra-Observatorio de ética en Inteligencia Artificial de Cataluña, y Salvador Alsius, consejero del CIC.
El estudio realiza una radiografía de cuál es la implantación de la inteligencia artificial en las redacciones periodísticas del país y hace una serie de recomendaciones para usar los algoritmos con los criterios propios de la ética periodística.
En la presentación, Patrícia Ventura ha dicho que “los medios valoran los contenidos automatizados” y ha recalcado que “la tecnología se puede y debe diseñarse con valores”.
En su turno, Albert Sabater, desde una visión humanista sobre la inteligencia artificial ha hecho hincapié en que ésta no debe sustituir a las personas sino aumentar sus capacidades. Y haciendo referencia al big data, ha señalado que “es más importante la calidad de los datos que su volumen”.
Por último, Salvador Alsius se ha preguntado retóricamente cuál es la utilidad de las recomendaciones hechas por el CIC, para llegar a la conclusión de que deben ser “un estímulo o una lluvia fina para mantener la conciencia de que los periodistas debemos hacer bien nuestro trabajo”.
Las recomendaciones elaboradas por el Consell de la Informació de Catalunya se centran en:
– Velar por el origen y la diversidad de los datos y mantener una vigilancia constante sobre su representatividad.
– Asegurar la calidad técnica de los procesos de tratamiento de los datos para minimizar los riesgos y mitigar los errores.
– Hasta donde se pueda, dar a conocer a los usuarios la existencia de los algoritmos y los rasgos básicos de su funcionamiento.
– Recoger sólo los datos personales necesarios, anonimizarlos si no son relevantes y preservarlos de un mal uso por parte de terceros.
– Evitar que el uso de algoritmos para hacer información “a medida” contribuya a socavar el pluralismo o perjudique a personas vulnerables.
– No olvidar que es el profesional el que tiene el talante ético que no tiene la máquina.
– Alcanzar los grados de capacitación suficiente para aunar el conocimiento de la técnica y la aplicación de los principios éticos.
– Promover la investigación encaminada a explorar la convergencia entre la eficacia técnica de los sistemas y los valores de un periodismo ético.
El acto ha podido seguirse también por streaming a través del canal de Youtube del Colegio de Periodistas.
El estudio y las recomendaciones se pueden encontrar en la web del CIC
Consulta la versión en castellano del estudio aquí
]]>El Código Deontológico incorporó en 2020 unas recomendaciones que el periodista debe tener muy presentes a la hora de afrontar informaciones tan dolorosas y angustiantes como ésta.
Aquí recordamos las que se pueden aplicar en el tratamiento informativo de este caso:
10. Focalizar al autor de la violencia machista.
11. Huir de las descripciones escabrosas, del sensacionalismo y de la conversión de la información en espectáculo. El
morbo no debe ser un criterio de selección de la información.
12. Evitar el efecto narcotizante de la rutina y la repetición, que conducen a la banalización de los hechos.
13. Neutralizar el sexismo en la creación de contenidos.
14. Tratar con rigor las fuentes. Se debe evitar quien busca protagonismo y quien quiere manipular los hechos.
15. Destacar los aspectos que dan la dimensión real de este problema social: denuncias previas, procesos judiciales pendientes, orden de alejamiento y otros.
16. No difundir imágenes de las víctimas sin su consentimiento o, en caso de que hayan muerto, de los suyos
familiares. Respetar el derecho a la intimidad de las personas agredidas y la presunción de inocencia de las personas
agresoras.
17. No difundir imágenes de los menores que puedan estar implicados en los sucesos de acuerdo con lo que establece el criterio 11 del Código Deontológico:
18. Aportar informaciones que sean eficaces para erradicar la violencia machista: sentencias ejemplares, seguimiento de los casos, seguimiento judicial, datos de las entidades relacionadas. Informar sobre el perfil de los agresores y las consecuencias de sus acciones. Incluir información de servicio que permita al público conocer cómo realizar una denuncia o las medidas judiciales, económicas y sociales a las que pueden acogerse las víctimas.
19. Preservar el “derecho al olvido” de las víctimas en lo que respecta a la pervivencia de las informaciones en las redes. Siempre que lo soliciten, deberá evaluarse* el caso para evitar que la memoria de los hechos las siga perjudicando. Al mismo tiempo, deberá tenerse en cuenta el interés legítimo de los historiadores e investigadores sociales.
20. Generar sensibilización social sobre la importancia y gravedad de este tipo de violencia para erradicar conductas violentas y proto violentas.
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La era digital ofrece grandes oportunidades para el periodismo, y, al mismo tiempo, plantea complejos desafíos que interpelan al conjunto de la sociedad. La inmensa mayoría de los medios de comunicación ha encontrado en las redes el apoyo necesario para reforzar el periodismo responsable que practican.
Pero en las redes también circulan las noticias falsas, los rumores, los prejuicios, los mensajes de odio, las campañas de manipulación e intoxicación, y los llamamientos a la emoción por encima de cualquier veracidad. Así, contribuyen a polarizar a la sociedad, a limitar el pensamiento crítico de los ciudadanos sobre la realidad, a generar plataformas de intereses bajo la apariencia de medios de comunicación ya hacer más precario el ejercicio del periodismo.
Ante esta situación, el periodismo honesto y responsable es más necesario que nunca. El reto ético del periodismo es la lucha activa contra la desinformación y la expansión de la mentira; la construcción de espacios de credibilidad y confianza que aporten información rigurosa y veraz a los ciudadanos, espacios que nunca contribuyan a la discriminación o al fomento de los prejuicios o el odio. En definitiva, los valores del periodismo que son la esencia del Código Deontológico que el Col.legi de Periodistes de Catalunya aprobó en 1992, y que amplió en 2016.
Por tanto, consideramos que el Código Deontológico es la principal herramienta con la que el periodismo cuenta para ejercer su servicio a la sociedad. El reto es garantizar su cumplimiento, bien de la calidad democrática. En este sentido, queremos compartir tres reflexiones:
El Consell de la Informació de Catalunya (CIC), en el que están representados los periodistas, los medios de comunicación y la sociedad civil, es la institución que vela por el cumplimiento del Código Deontológico. El CIC, creado en 1997, responde a la voluntad de autorregulación por parte de los periodistas y de los medios de comunicación. Necesitamos que tenga los recursos suficientes para poder ejercer el encargo recibido por parte de la sociedad, y que sus resoluciones sean efectivas. El CIC realiza una función pública y, como tal, debe tener el apoyo institucional de las administraciones, de forma que garanticen su existencia y el respeto a sus resoluciones.
Las universidades que imparten estudios de Periodismo y Comunicación se comprometen a situar el Código Deontológico como pieza clave de la formación de sus alumnos. También a compartir con la profesión sus investigaciones en el ámbito de la ética. En este sentido, acordamos celebrar en el mes de noviembre unas jornadas entre el mundo académico y el profesional para encarar, juntos, los retos del periodismo. Del mismo modo, las facultades estudian fórmulas para que el Código Deontológico esté muy presente en los actos de graduación de sus alumnos.
Los medios de comunicación desempeñan una función social y, en consecuencia, es legítimo y necesario que reciban ayudas públicas. Pero nunca la concesión de dinero público puede basarse en criterios sin transparencias, partidistas o que responden a intereses que nada que ver tienen con el periodismo. Hasta el punto de que la falta de equidad en el reparto de la publicidad institucional puede llegar a distorsionar la libre competencia y a limitar la imprescindible pluralidad. Defendemos criterios basados en el servicio a la sociedad y no de la audiencia a cualquier precio porque, en la práctica, se corre el riesgo de fomentar, con dinero público, los clickbait, los ‘contenidos’ basura’, los discursos de polarización que vulneran el Código Deontológico.
Las instituciones firmantes reafirmamos nuestro compromiso con un periodismo independiente que aporte rigor y capacidad interpretativa ante la desinformación y expansión de la mentira. Que defienda la libertad de expresión, y a su vez de información y prensa. Que esté comprometido con los valores democráticos y con los derechos humanos. Que preserve los derechos y la dignidad de los periodistas.
Por eso hacemos un llamamiento a los periodistas, a los editores de medios, a la sociedad ya las administraciones para construir en Cataluña un ecosistema mediático que se base en el respeto al Código Deontológico y al sistema de autorregulación que garantiza su cumplimiento.
Barcelona, 26 de octubre de 2021
Estudios de Periodismo y comunicación de las Universidades que se añaden a la reivindicación del Código Deontológico como herramienta clave para la calidad democrática:
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)
Universitat Pompeu Fabra (UPF)
Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
Universitat Ramon Llull – Blanquerna
Universitat de Barcelona UB
Universitat Internacional de Catalunya (UIC)
Universitat Abat Oliva (UAOCEU)
Universitat de Vic (UVIC)
Universitat de Girona (UdG)
Universitat de Lleida (UdL)
Universitat Rovira i Virgili (URV)
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